miércoles, 30 de septiembre de 2009

Actividad 14. Audio

Indicaciones:

1. Escuchar el audio que está marcado en el reproductor del blog como "Alfonso X El Sabio"
2. Hacer un escrito dando respuesta a las siguentes interrogantes:
2.1. ¿Cuál es el legado cultural que dejó este personaje histórico a la cultura española?
2.2. ¿Cómo podrías describir la situación de la España medieval que vivió Alfonso X?
2.3. ¿Cuál fue la razón por lo cual Alfonso X no logró ser emperador del Sacro Imperio Germánico?
3. Subir la actividad al blog hasta el sábado.

Actividad 13. Lectura, comentarios y preguntas.

Indicaciones.

1. Leer el texto "Cultura árabe" de Sofía Maaroufi.
2. Formular un comentario general sin perder de vista que los árabes son una de las fuerzas fundamentale que configuran al mundo occiendal del medievo.
3. Plantear cinco preguntas o cuestionamientos que le harían a Maaroufi en cuanto a la cultura árabe.
4. Subir la actividad al blog hasta el sábado.

Andrei Tarkovsky

YouTube - Andrei Tarkovsky

Link para conocer las ideas artísticas del director A. Tarkovsky y su obra Andrei Rublev.

Radio Universidad Nacional Autónoma de México

Radio Universidad Nacional Autónoma de México

Link para escuchar el programa "Bastidor Acústico" y la programación en general.

CULTURA ÁRABE







La cultura árabe
Por Sofía Maaroufi*

Cuando hablamos de cultura árabe, hablamos de la historia de una tierra común a varios grupos a lo largo del tiempo, y que fue conquistada por los árabes.



Significado de la cultura

A cada sociedad corresponde una cultura. Así se sucedieron varias culturas que marcaron el tiempo (cultura romana, griega, helénica, india, faraónica, persa etc.). Del siglo VII al siglo XV, los árabes dominaron en todos los ámbitos (ciencias, filosofia, literatura). Durante estos ocho siglos, nunca fue puesta en duda la excelencia árabe. El origen etimológico de la palabra cultura en árabe es muy antigua. Significaba el arte de desarrollar el sentido de la lógica y el espíritu. Hoy en día, la cultura significa la elevacion intelectual y social de los individuos y de las comunidades. A parte de representar el sincretismo de ideas, representa generalmente una ética del comportamiento y una moral que dictan el modo de vida de una sociedad. En resumen, la cultura es la síntesis de creencias, valores, idiomas, leyes, comportamientos y experiencias de una comunidad que le permite diferenciarse de otras.

Dos elementos fundamentales de la cultura árabo-islámica son la invariabilidades de sus fuentes absolutas y la abertura al cambio. Esta última se manifesta en la riqueza y la diversidad de la actividad jurisprudencial musulmana. En este sentido, la expresión de « opinion difrente » es muy conocida entre los musulmanes. La irreductibilidad de la cultura árabo-islámica está vinculada a la esencia del Islam que consiste tanto en la religión como en el modo de vida a adoptar. De este modo, el Islam se considera universal, completo, justo, realista, objetivo y diverso en la unidad
[1].

La cultura árabo-islámica es muy diferente de los otros modelos culturales por su exclusividad. Por un lado, esta cultura tiene su origen en los valores del Islam que se encuentran en el Corán, el idioma árabe, y la jurisprudencia de los Ulemas (teólogos musulmanes). Por su parte, la cultura occidental está fundada en el pensamiento griego, las leyes romanas y el credo cristiano. Otro rasgo muy importante de la cultura árabo-islámica es el hecho de haber logrado el equilibro entre lo racional y lo espiritual.


Tradiciones y costumbres árabes

Teniendo claros los origenes de la cultura árabo-islamica, hablaremos aquí de varios códigos culturales que caracterizan a los musulmanes de los países árabes. Obviamente se trata de patrones culturales generales que no se respetan en su totalidad, pero que reflejan la esencia del modo de vida árabe.

El cuerpo. La obesesión por la higiene corporal se remonta a tiempos mesopotánicos y egipcios donde se relacionaron las enfermedades con la suciedad. Se asocia la limpieza física con la pureza espiritual, como si la primera tuviera un efecto directo en el comportamiento. Asi, a falta de agua limpia, se puede usar arena o piedras para lavarse. Como el agua no debe de tocar el cuerpo dos veces, las tinas casi no se usan y se previlegia la ducha simple. De este codigo cultural nacen los tradicionales hammams (saunas públicos) que se convirtieron en rituales familiares. De este modo, según el horario dividido por sexo, se juntan las personas para disfrutar de un sauna, exfoliacion corporal y baño de aguas calientes (únicamente después de la limpieza completa). De esta misma manera, es una costumbre establecida la de ofrecer la posibilidad de lavar a un invitado. Hoy en día se propone al invitado que pase a ducharse sí lo desea, pero antiguamente era un ritual donde los anfitriones lavaban la cara, las manos y los pies del invitado. Es muy común en árabe referirse a los sanitarios como «la casa del agua» o «el lugar de descanso». La limpieza corporal se hace normalmente con la mano izquierda. Por esto solo se usa la mano derecha para comer.

Esta noción de limpieza coporales hace referencia a las abluciones o purificaciones rituales que se ejecutan antes de un acto religioso. Como los musulmanes oran cinco veces al dia, las abluciones son parte de lo cotidiano. Consisten en lavarse las manos, cabeza, boca y pies.

Las mujeres árabes dan una gran importancia a la estética y a los cuidados corporales. Para la depilacion, preparan una masa hecha de azúcar y agua, y para perfumarse, usan agua de flor de naranja o agua de rosa (azahar). Los aceites de todo tipo son usados tanto por los hombres como por las mujeres para cuidar la piel. En Marruecos, se usa el aceite de Argano para suavisar la piel despues de bañarse.

El maquillaje femenino siempre fue tolerado en las sociedades islámicas y es además signo de minuciosidad. Las mujeres suelen delienarse los ojos con khol (polvo mineral mezclado con agua) y tatuarse con henna (hojas de una planta que deja un color rojo oscuro en la piel). En ocasiones especiales como una boda, las mujeres se reunen en una casa y se decoran las manos y los pies con diseños florales o tradicionales con henna. Tiene un significado de suerte y de felicidad. En este sentido, se tatúan tambien las manos y los pies los niños un día antes del ritual de la circunsición como una forma de bendicion.

En resumen, la estética y el higiene corporal se consideran como unos cumplidos hacia los otros. Es parte de la educacion desde la infancia.


Convivencia. La avaricia es el peor defecto para los árabes. En este sentido, suele no hablar de sus finanzas en público. Por otro lado, la generosidad es la virtud suprema. Dar lo mejor a sus invitados es natural, aun si implica privaciones. Podríamos decir que para los árabes, uno es rico por lo que da. Por ello, apegarse a los objetos es muy mal visto. En este sentido, no es conveniente glorificar de manera exagerada a alguien o algo. Entre más discreto es un elogio, mejor será recibido. Por ello, si está de visita en casa de alguien, suele no admirar en voz alta un objeto porque el anfitrion se sentirá obligado a ofrecerlo. Durante mucho tiempo, muchas cosas (agua, tierras, herramientas) eran de uso común a una tribu, un grupo familiar o una vecindad. La ropa y las joyas se prestaban para eventos especiales. Hoy en día, se conserva esta tradicion de compartir. Un buen ejemplo es la boda. Representa el día más importante en la vida de una mujer (para los hombres es la circuncision que ya mencionamos). Durante la fiesta, que puede durar hasta tres días, la novia usará hasta diez vestidos diferentes, los cuales no comprará. Se contrará a una Ngefa (o casamentera) que lleva sus propios vestidos y joyas, y ella se encarga de arreglar y cambiar a la novia a lo largo de la fiesta. Otro ejemplo es la comida. No se come en público si no se puede compartir. Ademas, una costumbre árabe relacionada con la comida es la de siempre poner unos cubiertos de más en la mesa, en el caso de que llegara alguien a comer. También, el anfitrion suele seguir comiendo hasta que terminen sus invitados. De esta forma, los invitados no se sentirán apresurados para terminar. Recibir alguien con demasiado lujos no es conveniente porque demuestra al invitado que es extraño y es una forma de humillarlo. Todo está en la medida. La hospitalidad escandalosa es reprimida porque es una forma de dominación. De este modo, los enemigos serán recibidos como reyes para humillarlos. Como vemos, la generosidad es un valor muy importante para los árabes. Hay un dicho que dice que
«el hombre más virtuoso es el que su mujer no tiene que abrir la boca ». Es decir que es un hombre muy detallista que piensa en todo lo que le podría hacer falta a su mujer, así que ella no necesita pedirle nada.


[1] La stratégie culturelle du Monde islamique, Organisation islamique pour l’Education, les Sciences et la Culture
-ISESCO-, 1997 En linea
http://www.isesco.org.ma/index.php

____________________
*SOFÍA MAAROUFI es egresada de la licenciatura en Estudios Internacionales y posgrado en Ciencia Política por la Universidad de Montreal.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Actividad 12. Lectura de textos

A. Lectura de Schwanitz.

1. Del libro La Cultura de Dietrich Schwanitz fotocopiar de la página 68 a la 85.
2. Leer, subrayar y hacer anotaciones en las copias de la página 68 a la 76.
3. Traerlas a la clase del próximo lunes 28 para realizar una actividad en el salón.
(Con el resto de las páginas, de la 77 a la 85, se hará el mismo trabajo para el siguiente lunes 5 de octubre).
Nota: El libro está en la biblioteca de la UCaribe.

B. Lectura de J.L. Romero

1. Leer el texto que se ha subido al blog: "J.L. Romero. Alta Edad Media".
2. Analizar el texto en términos de la construcción de la identidad en esa época.
3. Subir al blog las conclusiones a las que te llevó tu detenida reflexión.
4. Mínimo 400 caracteres
5. Poner referencia si se copia textualmente.

J.L. Romero. Alta Edad Media

martes, 22 de septiembre de 2009

Actividad 11. Apreciación musical





Indicaciones:
A. Escuchar la melodía "Judicii Signum" procurando un ambiente adecuado.

B. Poner en el blog la respuesta a las siguientes preguntas:
1. ¿Qué instrumentos distingues?
2. ¿Qué imágenes o situaciones te evoca esta música?
3. ¿Qué sentimientos o estados de ánimo te produce esta música?
4. ¿Qué dudas o cuestionamientos te vienen a la mente?
5. ¿Te gustó la música?

Información

Clase Práctica:

Día: Miércoles 23 de septiembre
Hora: 20:00 hrs.
Lugar: Aula de cómputo
Ubicación: Edifico B Planta Baja
Requerimientos: En lo posible, llevar audífonos.

EDAD MEDIA





A manera de Introducción
Por Irene Henández




Tras su colapso político y económico, el Imperio Romano se divide en dos: Imperio de Occidente e Imperio de Oriente. Cuando hablamos de la caída del Imperio Romano con la fecha convencional del año 476, estamos refiriéndonos únicamente al Imperio cuya sede del gobierno era Roma; en cambio el de Oriente, con Bizancio como capital, sobrevive prácticamente durante toda la Edad Media. Un imperio éste con los ojos puestos cada vez más en Oriente. Y no era para menos dadas las constantes amenazas por parte de las fuerzas persas, árabes y turcas, que le darán la estocada final en el año de 1453. Entonces, pues, el imperio Bizantino es parte también de la Edad Media; es más, es un centro importante desde donde se irradia la cultura grecolatina hacia Occidente, que junto con la cultura helenística resguardaban celosamente.
También es por esta ruta, la de Oriente, que las ideas y prácticas del cristianismo de enraízan en todo Occidente y desde luego en los pueblos eslavos y en Rusia (recordar a Rubliev).

Sin embargo, el programa de Identidad y Cultura se centra más en los acontecimientos que se suscitaron después de que los pueblos bárbaros entraron en el escenario en el siglo V, y que dieron origen a los distintos reinos europeos que moldearon la cultura occidental. Daremos especial atención a un Imperio efímero pero fundamental para Europa: El imperio Carolingio.

Hablar de Edad Media es hablar de mil años. Como en todo hecho social, los hechos históricos son escogidos e interpretados según la óptica del historiador. El historiador que ame a la tradición romana, como Barrow, por ejemplo, dirá que la cultura romana sobrevivió y dio forma a la etapa que le siguió, es decir a la Edad Media; en cambio un germanófilo diría que la cultura teutona fue la que imprimió su sello distintivo al periodo que siguió al eclipse del Imperio Romano.

Creo que lo que nos queda a nosotros como neófitos de la cultura occidental, es simplemente aceptar que tanto una como la otra son tradiciones que favorecieron en la misma proporción a la construcción de la identidad de la época medieval, donde la iglesia con sede en Roma trata de conservar para Roma un sitio preponderante dentro del poder, y los nacientes reinos germanos (bárbaros), por su parte, dejan su marca distintiva implantando sus estructuras económicas y formas de gobernar, y juntos, reinos e iglesia, formarán una gran mancuerna que durará muchos siglos: de ahí el llamarse Sacro Imperio Romano Germánico.

Sin embargo éstos dos pueblos no son los únicos en el escenario de la fusión cultural que está experimentando Occidente: dos grandes fuerzas de la época destacan también en el Medioevo: los vikingos y los árabes (siglo VIII). De estos últimos conoceremos un poco más: pueblo amante de la cultura, de las buenas maneras de cortesía y cortejo, y de la conservación del saber, el árabe es también parte importante de la identidad mexicana.

Las Cruzadas o Guerras Santas marcan el origen de una disputa entre cristianos y musulmanes, es el origen también de un nuevo modo de producción con el surgimiento de las ciudades, el auge del comercio y la acumulación del capital. También es la Edad Media creadora de símbolos: el Caballero, por ejemplo.

La bibliografía sugerida para el tema es el libro de José Luis Romero La Edad Media; Schwanitz en La Cultura, en la parte de Edad Media, nos ofrece un ameno relato de está época.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Actividad 10. Descripción iconográfica





1. Investigar qué es un icono bizantino. Dar la definición.
2. Subir una imagen de un icono bizantino al blog personal.
3. Describir profusamente la imagen (formas, colores, texturas imaginadas, sensaciones, emociones, representaciones simbólicas, etc.)

Actividad 9. Lectura y repaso


Revisar los contenidos de la presentación "Roma antigua:Identidad y cultura" con el propósito de introducirnos al mundo de la Temprana Edad Media. Hacer anotaciones en el cuaderno de apuntes.

Cultura romana

viernes, 18 de septiembre de 2009

La construcción de un símbolo




El recuerdo del oso olvidado
Por Irene Hernández



Siempre tenemos un recuerdo más grabado que otro. ¿Será porque hay algo de misterioso en él? Los psicoanalistas piensan que sí y que mientras no se resuelva ese misterio seguirá persiguiéndonos la reminiscencia.

Tenía yo 3 ó 4 años de edad. Mis tías nos llevaron a mis hermanas y a mí a un parque muy cercano a mi casa. Era de noche, a una hora inusual para pasear con tres niñas pequeñas. Ya de regreso por el camino, una de las tías se percató de que habíamos olvidado el oso de peluche de una de mis hermanas; cuando regresamos al arriate donde habíamos estado jugando, ya no estaba; para mí fue algo sorprendente, no cabía en mi entendimiento quién había podido llevarse el oso en un lapso tan corto. La oscuridad del lugar desplegaba un velo de misterio.

Tal vez sea éste uno de los recuerdos más antiguos que conservo. La imagen de la alameda de noche, poco iluminada, hirió mis sentidos: en aquél entonces la visualicé totalmente solitaria e inmensa, de la misma manera en que los infantes aprecian las dimensiones de los espacios haciéndolas aún más grandes de lo que en verdad son, al grado de que cuando crecemos se encogen y decimos asombrados “yo lo veía más grande”; en estas circunstancias, la alameda de Santa María me parecía colosal.

Exagerar mi percepción de ese lugar no impidió que al transcurrir los años se fuera forjando una relación entrañable con ese parque. Ir a la alameda había sido el paseo obligado de los domingos por muchos años: mi papá nos acompañaba y mientras jugábamos mis hermanas y yo él se sentaba en una banquita a leer el periódico. Así, ese lugar fue convirtiéndose con el tiempo en un símbolo de mi niñez al representar algo esencial para mí, cumpliendo de esta forma la sentencia freudiana: “Infancia es destino”.

Con esas experiencias y otras más mi niñez transcurrió dotando de referentes y significados a mi entorno. Llegando a la adolescencia -y con la influencia de la sociedad
[i] que con su inercia nos hace pretender ser lo que en verdad no somos- le di la espalda a mi colonia, la cual se iba transformando en un barrio popular; como toda adolescente quería ser parte de una élite: pronto me desengañé: la madurez va ganando paulatinamente la batalla (Herrera: 2001). Una tarde de regreso de la universidad caminando por la calle principal de la colonia me embargó un sentimiento de orgullo por mis padres, por mi barrio, mi familia[ii], orgullo de mi niñez a la que nada le faltaba ni sobraba, simplemente porque así había sido mi vida hasta ese momento. No sé si fue la forma en que la luz del atardecer se reflejaba en los árboles y las fachadas de las casas, el frío y humedad de una tarde lluviosa, el olor de la panadería o fue acaso el momento que Arnulfo Herrera llama “reconciliación con el mundo adulto, la reconciliación de nuestro pasado, de nuestro Yo en toda su integridad” lo que me hizo tomar conciencia.

Así fue que experimenté el sentimiento de patria como:

"(…) un reflejo de nosotros mismos. Un reflejo que nos defiende de la soledad. Como si al colocarnos frente al espejo pudiéramos ver, de golpe, no solo nuestra imagen de individuos, sino también la imagen de nuestros antepasados y la de nuestros descendientes y la de todos los seres próximos junto a los cuales crecimos y de quienes llevamos algo apenas perceptibles (…). Irrumpe entonces, en la conciencia, la fuerza de ese amor a la colectividad y a los lugares que conforman en escenario de la patria íntima".
[iii]

Era, pues, el reencuentro con mi colonia, mi alameda con su kiosco morisco donde tantas veces jugué viviendo momentos en los que no hay ni pasado ni futuro, disfrutando y valorando el presente en toda su dimensión. Estaba precisamente en el “escenario de la patria misma”.



No fue casual que al explorar mi faceta artística haya decidido pintar La alameda de Santa María la Ribera, o más bien la representación que me hice yo de la alameda, donde el osito le dio título a mi obra. Desde luego que fue entonces que me percaté de que no estaba dotada para las artes plásticas, pero ¡qué importaba eso, si a través de mi pintura había plasmado el símbolo de mi identidad, de mi colectividad! Me había mirado en el espejo donde me vi a mí misma y a todos los que me habían acompañado en la composición de mi biografía.

Los lugares donde crecimos y que amamos por habernos dado el referente “yo/mundo exterior” corresponden al mundo social que intentamos descifrar e interpretar en nuestra vida cotidiana a través del mundo intersubjetivo, construcción que nos da la posibilidad de integrarnos a la colectividad y a su cultura compartiendo un universo simbólico y tener así un sentido de pertenencia. De la misma forma ese mundo se ensancha hasta conformar una realidad más grande llamada México.

Ha pasado tanto tiempo después de la experiencia del oso olvidado, que pongo en duda lo que he relatado; aún siento no tener una explicación que satisfaga mi inquisición: ¿porqué no estaba el osos ahí? si éramos las únicas personas en el parque, además el sitio no estaba bien alumbrado como para que lo hubiese podido distinguir alguien más; por otro lado, el tiempo que tardamos en regresar para recuperarlo fue en realidad muy corto. Y es extraño, pero cuando les he preguntado a mis tías y hermanas acerca del suceso traumático me han respondido: “¡De verás?, no me acuerdo”, o “creo que sí, pero no me acuerdo muy bien”
. ¿Por qué en cambio yo sí me acuerdo?, la respuesta lógica es que cada quien vive las situaciones de manera muy diferente, le damos el significado a las cosas y a los hechos de acuerdo a nuestras subjetividades. Y tratándose de la capacidad de los niños y niñas para fantasear, bien pude haber inventado la historia del oso, al menos tal cual la recuerdo. Hay algo ahí que no he podido descifrar.

Creo que lo mejor es pensar que el dios Pan
[iv], que habita en los jardines, bosques y matorrales persiguiendo a las ninfas, se llevó aquel oso de peluche para obsequiarlo a una de ellas y así obtener sus favores. Esta explicación me deja más convencida, y tal vez ya deje en paz ese recuerdo anodino.


[i] “La presión hace que cambiemos muchas cosas en nuestras vidas, desde la manera de vestir, los gustos de música, las amistades con las que convivimos, etc.”en David Martínez, Mi reflejo Patrio, Identidad y Cultura, Universidad del Caribe.
[ii] “Tomando un fragmento de mi vida, donde interviene mi familia, me hace pensar que en verdad son los principales actores de la patria (…) Genera dentro de uno un sentimiento de lealtad y cariño” en Francisco Carvajal, Mi Patria, Identidad y Cultura, Universidad del Caribe.
[iii] Arnulfo Herrera, Amor a la Patria, p. 4-5, versión electrónica
[iv] Edith Hamilton en su libro Mitología hace una descripción de Pan: Era un músico maravilloso: con su flauta tocaba melodías tan dulces como el canto del ruiseñor. Enamorado siempre de una u otra ninfa, todas le rechazaban a causa de su fealdad. Se cree que los sonidos que los viajeros miedosos oían por la noche los emitía él, y de ahí se deduce con facilidad de donde viene el llamar al miedo “pánico”.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Actividad 8. Ensayo


Redactar un ensayo siguiendo los criterios de evaluación señalados en la Guía Didáctica (Ver guía didáctica).

Del texto de Arnulfo Herrera "El amor a a la patria" tomar una idea y desarollarla.

Utilizar además como fuentes de información los textos leídos para la clase y otras fuentes más que deseen consultarse y citarse.


El amor a la patria






El amor a la Patria
Arnulfo Herrera*
Síntesis y comentarios.


Arnulfo Herrera hace un escudriñamiento sobre el significado de patria. Antes de decirnos algo sobre esto, nos explica qué no es la Patria, para finalizar diciendo lo que a su aparecer simboliza este concepto tan abstracto.
La patria para A.H. no es la entidad del mapa que los novohispanos veían asemejando su contorno a una cornucopia
[i].

Tampoco es el ámbito geográfico-político que proclamaban los liberales decimonónicos, la Patria de la historia oficial. Tampoco patria es—nos dice Herrera-- una comunidad imaginaria donde todos somos iguales ante la ley, con los mismos derechos y obligaciones; ni tampoco es el ente abstracto e intangible que fomenta el civismo escolar con “las amargas ceremonia de los lunes”.


En realidad –afirma A.H.—se trata de una patria más íntima. La patria que conforma nuestro pasado y reencontramos en las conversaciones de nuestra generación; pronunciación de las expresiones familiares, la que reconocemos en un paisaje que se parece al que mirábamos desde la ventana de nuestra casa materna.
Herrera nos habla de esa Patria que percibimos en lo más cotidiano… en fin, algo más entrañable y la espontánea que la ofrecida en los símbolos convencionales, el mapa el escudo, la bandera, el himno, la virgen de Guadalupe.


A.H. ve a la Patria como un sentimiento como un reflejo de nosotros mismos, pero también un reflejo de nuestros antepasados, o simplemente de todas las personas junto a las cuales crecimos.
Llega a la conciencia entonces la fuerza de amor a la colectividad y a los lugares que conforman el escenario de la Patria íntima, dice Herrera.


“Desde niños nos entrenamos en la permanencia a una colectividad, nos sentimos amparados por la familia, por el equipo de futbol, por el grupo de amigos que viven en la misma calle, por la camaradería del barrio, por la filiación a nuestro grupo escolar, gritamos una porra por la escuela que participa en diferentes torneos, y así la experiencia colectiva se va ensanchando hasta configurar aquella imprecisión que llamamos Patria.


Tal vez más adelante, el egoísmo de la adolescencia nos lleve a poner en duda los valores que nos inspiraron esas colectividades. Plenos de energía, el horizonte que se eleva entonces ante nuestros ojos hizo que cambiáramos la seguridad familiar por el llamado de la aventura que ofrecía la aventura de la calle. Se trata, lo sabemos, de un estado pasajero.


La recuperación con el mundo adulto es también la recuperación de nuestro pasado, de nuestro Yo en toda su integridad”.


A veces recitamos un espejo para revalorarnos y no es esto un acto de narcisismo –nos dice el autor comentado--, al ver nuestra imagen nos rescatamos del vacío que a veces sentimos por las situaciones difíciles por las que atravesamos. Arnulfo Herrera toma el ejemplo la historia del personaje mitológico Polifemo, el cíclope, que al ser despreciado pro la ninfa Galatea por feo, se sume en la contemplación de su imagen, pero no ve a un hombre despreciable sino a un ser con muchas virtudes. Tratando de recobrar su autoestima.


Herrera continúa y nos dice: “Hay otro tipo de espejos que son capaces de devolvernos una imagen mucho más profunda de nosotros mismos que comprende toda la estructura de nuestra personalidad… Es aquella imagen que lleva consigo la remembranza de nuestros ascendentes.


A.H. nos ejemplifica esto con una escena de la película El Rey león (Walt Disney Pictures, 1994:


"Ha transcurrido ya un buen tiempo desde que el pequeño león Simba llegó con Timón, la comadreja, y Pumbaa, el puerco espín. Iba huyendo de las hienas, de su tío Scar y, sobre todo, de su propio remordimiento por la muerte del rey Mufasa, su padre, en una terrible estampida.
La comadreja y el jabalí acogieron al cachorro en natural hábitat, le enseñaron los secretos de una vida despreocupada ("hakuna matata"), fácil e irrespon­sable. Sumergido en los placeres sencillos de aquel paraíso selvático pero degradado por el abandono de su dieta natural y por el olvido de su condición leonina, Simba permanece aletargado en el ejercicio de una felicidad poco decorosa; aquella de los desharrapados, los tunantes y demás canalla que no alcanza a vislumbrar la existencia de otra forma de vida menos indigna y por eso se ufanan de su condición miserable. Algo, sin embargo, rompe con el encanto de esta cotidianeidad de filósofos cínicos (y "peripatéticos") que habían alcanzado Simba y sus contlapaches: el inesperado encuentro con Nala, amiga de la infancia del joven león, que ha salido en busca de ayuda para la manada, pues el usurpador Scar era incapaz de conducir el reino y librar al hábitat de la devastación ocasionada por las malas costumbres de las hienas. Repuesta de su asombro inicial (del mismo modo que todos en su familia, ella lo creía muerto) y luego de un tierno reconocimiento, Nala le recuerda a Simba sus reales deberes para con la manada, así como el llanto de Sarabi -su madre- por el hijo y el marido perdidos en la estampida y trata de que éste asuma su identidad de príncipe heredero. El león se niega rotundamente a dejar la vida disipada, pero no puede evitar la crisis que le produce aquel encuentro. Apartado de sus amigos y de Nala, mirando el cielo de la noche, recuerda que su padre le dijo una vez que siempre estarían juntos porque, como sus antepasados, él lo estaría mirando desde las estrellas para guiarlo:


-Los grandes reyes del pasado nos miran desde las, estrellas. Ellos estarán siempre ahí para guiarte... y yo también.


Pero no era cierto porque en ese momento que tanto lo necesitaba no podía sentir su presencia en el cielo. Y la culpa de todo, sin duda, la tenía él, Simba, por haberle ocasionado la muerte.
Lo que sigue es la parte del film que nos interesa para hablar del espejo. Rafiki, el sumo sacerdote y cronista del reino; un simio sin edad pero presumiblemente cargado con la sabiduría de los viejos consejeros, había oteado en el viento que Simba vivía aún, que ya era un león fuerte y que podía salvarlos a todos de las ruinas en que los tenían Scar y las hienas. Sólo restaba encontrarlo y convencerlo de que regresara a retar a su tío. Yendo pues "en su busca, Rafiki lo halló en medio de aquella angustia por el pasado, justo cuando estaba mirando al cielo con la esperanza· de vislumbrar en las estrellas una solución para su conflicto existencial.


-¿Quién eres?-. Preguntó Simba algo sorprendido por el aspecto exótico de aquel simio que bailaba a su alrededor.


--La pregunta es ¿quién eres tú?-. Corrigió Rafiki.


-Yo soy Simba-'. Dijo el león, poco convencido de que su nombre le dijera algo a aquel intruso.


-Eres el hijo de Mufasa.


-¿Conociste a mi padre?- . Preguntó intrigado Simba.
-¡Corrección! Conozco a tu padre.


Le dijo que Mufasa estaba vivo y que lo llevaría a donde se encontraba. Hizo que lo siguiera por entre los árboles, hasta un río. 'En el espejo que formaba el agua señaló la imagen de Simba. Por un instante el felino creyó ver a Mufasa en su propia imagen, pero apenas recuperado de la impresión que le produjo la semejanza entre él y su padre muerto, replicó molesto:


-No es mi padre. Es un reflejo.


-¡no! Ahí está –insistió Rafiki-: ¡míralo! Él vive en ti


El experimento del gurú dio resultado. El parecido físico despertó al chico repentinamente del hipnotismo que le había producido la vida sin reglas de aquel improvisado paraíso. Luego de un momento de confusión, Simba pudo comprender las palabras de su padre. En efecto, siempre estaría con él para guiarlo y aconsejarlo. Como en todo saber revelado que irrumpe en la conciencia gracias a las cosas más humildes, supo de pronto que Mufasa vivía en su interior y que eso estaba a la vista, en aquella imagen que le devolvía el agua. Podría sentir su presencia cada vez que contemplase las estrellas o mirase en algún lado el reflejo de su cara. Había hecho muy mal en olvidar a los suyos y en olvidar quién era él.


Con ese sencillo recurso del espejo y con la connivencia de las circunstancias, Rafiki - consiguió la iniciación de Simba. Se había convertido en un león adulto. Estaba listo para volver a su patria, retar a Scar y, lo más importante, poner en claro la muerte de su padre, de la que se consideraba culpable pero era inocente”.


A.H. retoma nuevamente el tema del espejo como metáfora del reconocimiento que uno debe hacer de la identidad personal e identidad colectiva:


“El espejo nos da la posibilidad de recuperar en nuestra propia imagen la reminiscencia de los antepasados que viven en nosotros, y con ellos toda una serie de valores. Comenzando con la identidad colectiva que refuerza y le da un profundo sentido a nuestra individualidad. El espejo de Polifemo nos devuelve sólo el amor propio. En cambio el espejo de Simba nos trae un descubrimiento del sentido de nuestra existencia. Uno representa la autoestima del individuo; el otro, la memoria de la especie. Uno contiene el placer y la integridad del Ego; el amor a la vida en su estadio más primitivo. El otro contiene el deber y la conservación de nuestra primera patria, la familia. Ambos se, complementan para la subsistencia de todo cuanto somos, como individuos y como sociedades.


Recuperados estos dos reflejos, estamos en posición de acceder, ya no a una imagen "motivada" --en el sentido técnico, el que usan los semiólogos-, sino a uno de esos signos que nos remiten naturalmente al encuentro de la colectividad. Éstos son ya símbolos, cuya referencia podemos entender aunque sea oscuramente, sin estar muy conscientes del sentido que podamos tener frente a nosotros, del significado que puedan tener esos símbolos. La patria se hace presente inesperada e involuntariamente en cada estímulo de nuestros actos cotidianos para cobijar el repentino desamparo y volvemos fuertes por la pertenencia a un ser colectivo, aun cuando estemos ausentes y sintamos nostalgia. Acto seguido, repuestos de la nostalgia, con la fuerza del ser maduro que hemos logrado gracias a la experiencia de la vida, estamos en posición de devolver el gesto. Estamos listos para actuar por ella. Nos debemos a la conciencia de pertenecer a un grupo. Y esta fortaleza nos reconcilia con el mundo y con nosotros mismos. La plenitud que nos llena no proviene entonces de la retórica difundida por el Estado; es la convicción de un amor que viene desde nuestro nacimiento (que existía aun antes que nosotros) y que se forja y se agranda en el trabajo de cada día, de cada momento en que habremos de ser nosotros mismos y podremos, orgullosamente, gritar nuestra filiación, reconocer nuestros rasgos, vemos en el "espejo impecable y diamantino" como la patria que llevamos dentro”, concluye el Dr. Arnulfo Herrera.








*Arnulfo Herrera, docente e investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM.


_________________________________
[1] El cuerno de la abundancia (cornucopia), según la mitología griega era el cuerno de la cabra que había alimentado a Zeus de bebé, éste se lo arrancó y decidió que quien lo poseyera tuviera toda clase de riquezas.

Actividad 7 Exposición. Edad Antigua

Indicaciones generales

Revisar la entrada “Temas de exposición. Primera evaluación”


1. De acuerdo a los contenidos del tema asignado a cada equipo elaborar una presentación en power point cuya exposición será el próximo lunes, 14 de septiembre.
2. Ceñirse al guión de cada tema*
3. Tiempo estimado: 10 minutos por equipo.
4. Máximo cinco líneas de texto por cuadro.
5. Imágenes alusivas al tema.
6. Todos los integrantes (seis) del equipo participan.
7. Dos integrantes serán los expositores.

*El único tema libre es "Educación"

Equipo/tema

Sócrates/ Cultura y técnica
Hildegard von Bingen/ Sociedad y economía
Ramsés/ Arte
Juana de Arco/ Política
El Clero/ Educación*

jueves, 3 de septiembre de 2009

Actividad 6. Mapa Conceptual


Después de haber leído el texto de Barrow, elabora un mapa conceptual (representación gráfica de conocimientos, conceptos y explicaciones) sobre una hipótesis acerca de cómo se formó la identidad de los romanos de la antigüedad, siguiendo el esquema Mundo social- Mundo intersubjetivo- Universo simbólico (ver ppp identidad y cultura).

R.H. Barrow, Los Romanos

TEMA: La Cultura Romana


¿QUÉ CLASE DE HOMBRES ERAN LOS ANTIGUOS ROMANOS?
(Síntesis)

1. Para ellos existía una fuerza ajena al hombre, tanto en lo individual como en lo colectivo, a la cual debe subordinarse para evitar el desastre.
Es cooperativo por lo mismo, es decir es un ser de mucha voluntad, en ese sentido se siente instrumento de su logro. En consecuencia se llega a tener conciencia de su vocación de una misión para sí.


2. Su mentalidad es la del campesino-soldado. El destino del campesino es el trabajo inaplazable: las estaciones del año no esperan al hombre, por lo mismo es también paciente: las plagas y las contingencias del tiempo pueden malograr sus esperanzas. Es rutinario porque así es la naturaleza (lo único que hace él es seguir acoplarse a la naturaleza): la siembra, la germinación y recolección se dan en un tiempo establecido. Hombre y tierra es lo mismo. La vida del hombre es la vida de la tierra.
Sus virtudes son: la honradez y frugalidad, la previsión y la paciencia, el esfuerzo, la tenacidad y el valor, la independencia, la sencillez y la humildad.

3. Al igual que el campesino, el soldado tiene estas mismas virtudes. También es rutinario, pues es parte de la disciplina, pues tiene que responder casi instintivamente a las llamadas repentinas. Debe bastarse a si mismo. El vigor del campesino son indispensables. Tiene un sentido práctico que le hace ser el soldado romano que debe ser: albañil, zapador soldado básico,, abridor de caminos. Debe saber trazar un campamento o fortificación y tender un sistema de drenaje. Igual que el campesino sabe de los imprevistos, y tiene conciencia de fuerzas invisibles atribuye suerte a los generales.

4. Roma, la ciudad de las siete colinas, es consciente de misión de llegar a ser la dueña del mundo. ¿Con qué medios lograron esto?: los medios fueron su singular capacidad de convertir a los enemigos en amigos. Con ellos surge el concepto de “romanitas”, la forma de ver la vida de los romanos, el cual consideraban como sinónimo de “civilización” o en otras palabras “pax romana” (la paz romana), con lo cual todos aceptaban la misión de los romanos. Por ello la idea de grandes de Roma se mantuvo siempre, por la convicción de de la sumisión de sus dioses paganos.

5. Tenían un genio práctico. Sus ciudades siempre las hacían con un trazo bien definido. Calles con un cruce que era el centro donde estaban los edificios públicos, las oficinas, la basílica (donde se hacían las reuniones), un templo, u foro con un espacio abierto con columnatas. A través de canales subterráneos y acueductos se transportaba el agua a las ciudades. Construían para que los edificios fueran útiles y duraderos.


Fuente: R.H. Barrow, Los Romanos, FCE, México

martes, 1 de septiembre de 2009

Actividad 5. Grecia y Roma


A. Después de haber leído los textos Decadencia de Atenas y Desde Troya hasta Roma, realiza un análisis comparativo que contenga los aspectos que dan respuesta a las siguientes preguntas.

1. ¿Qué tipo de hechos se narran en los dos textos?
2. ¿Qué tipo de personajes encontramos en cada uno de los textos?
3 . ¿En qué espacio y en que tiempo se desarrollan los acontecimientos narrados en ambos textos?
4. ¿Qué relación hay entre uno y otro texto?
5. ¿De dónde vino el pueblo que fundó la ciudad de Roma?


B. Agrega una imágen donde se represente a alguno de los personajes mitológicos nombrados en la lectura Desde Troya hasta Roma, y descríbela ampliamente (lectura iconográfica).

La Eneida. Un cuento

DESDE TROYA HASTA ROMA
Por Marién Espinosa Garay
Cuando la hermosa fenicia Dido, reina de Cartago, se enteró de la llegada de unos forasteros a sus playas se llenó de temor. Sin embargo, pronto supo que aquellos náufragos eran en realidad los troyanos sobrevivientes del terrible incendio de lIión. Entonces descubre que el héroe Eneas, hijo de la diosa Afrodita, se encuentra entre ellos, y encendida de curiosidad decide invitarlos a cenar en su palacio. Una vez que han terminado los manjares, solicita al jefe de los teucros, que así se llamaba también a los troyanos, le cuente los pormenores de la caída de la gran ciudad. De esta manera, Eneas relata la tragedia entre suspiros de dolor.
Refiere que Laocoonte, un astuto compatriota, indignado ante el poderoso caballo de madera que había sido apostado por los griegos a las puertas de la ciudad, lanzó advertencias a sus paisanos, previniéndolos de introducir aquella máquina terrible a la plaza. Alegaba que seguramente era una trampa, y hasta golpeó con su lanza varias veces al monstruoso animal. Pero desafortunadamente el dios Poseidón estaba a favor de los griegos y en contra de Troya, por lo que mandó dos enormes serpientes que salieron del mar hasta la playa, y éstas maltrataron al asustado Laocoonte y a sus hijos, Entonces todos creyeron que debían obedecer sin chistar la voluntad de los dioses.
Por lo tanto, los troyanos rompieron una sección de la muralla para dar acceso al tremendo caballo. Esa noche, mientras los griegos salían del vientre del animal para abrir las puertas a sus ejérci.tos, Eneas contempla en sueños la imagen del gran Héctor, quien le aconseja huir de la ciudad para salvar a la raza dardania. Sin embargo, en las calles el combate ha comenzado, aunque todo esfuerzo es inútil. El relato de la destrucción de la gran lIión es estremecedor.Después de luchar sin resultado, Eneas logra hacerse a la mar, salvando a su padre y a su hijo, así como a un grupo de fieles servidores. Y después de varias aventuras, el dios Apolo le manifestó que, a pesar de los contratiempos, estaba destinado a fundar un magnífico imperio llamado Italia. Además le aseguró que sería padre de una gran raza, la latina. Pero el iracundo dios de los mares, Poseidón, desató una furiosa tormenta al paso de las naves troyanas, por lo que la flota encalló en las playas de Cartago. Con esto termina su relato el paladín Eneas, manifestando también que en esos momentos se encontraba triste, pues su padre Anquises había muerto, incapaz de soportar por su avanzada edad tantas peripecias.
Muy a su pesar, pues se conservaba fiel al recuerdo de su difunto marido, la reina Elisa, que así también se llamaba Dido, comienza a sentirse enamorada del valiente Eneas. Se abstrae en sus fantasías, imaginando que ambos podrían hallar compañía en su mutua viudez. Confía a su hermana estos asuntos, y ella le anima a casarse con el troyano.Pero la reina está tan enamorada que se olvida de gobernar. Sus enemigos, y hasta sus amigos murmuran que ha perdido el juicio. Los antiguos pretendientes que habían sido rechazados se sienten ofendidos. Por su lado, Eneas ha descuidado a sus ejércitos, pues los soldados troyanos se dedican a la haraganería y al chisme. Entonces el dios Zeus, indignado, manda al mensajero dios Hermes para recordar al olvidadizo Eneas que debe llegar a la península itálica a fundar un gran imperio, por lo que es necesario abandonar la tierra de Cartago y olvidarse de la enamorada reina.Eneas no se atreve a despedirse de Elisa, por lo que manda a preparar las naves para zarpar al amanecer. Ella observa el súbito movimiento de los ejércitos troyanos y cómo los barcos son arrastrados de las arenas y lanzados a las aguas. Entonces se enfrenta a Eneas. Éste alega que no es su voluntad abandonarla, sino el mandato de Zeus. y sin conmoverse por el dolor de la reina, Eneas aborda las naves y se hace a la mar. La reina Dido muere de amor.Eneas prosigue su viaje. Triste y confundido, decide descender al reino de los muertos para hablar con su padre. Allá en lo profundo del Hades, Anquises le muestra las almas por nacer, y le presenta aquellos reyes que nacerán de Ascanio, el pequeño hijo del héroe. También asegura que llegarán a convertirse en padres de un Imperio como no ha habido otro igual.
Cuando al fin desembarcan en Italia conocen al rey Latino, a quien las antiguas profecías le habían vaticinado que llegaría del mar un príncipe quien, casado con su hija Lavinia, sería tronco de una gran raza. Pero la esposa del rey Latino no mira con buenos ojos al aguerrido troyano, sino que prefiere al antiguo pretendiente de su hija, llamado Turno. Y enloquecida, la reina huye a los bosques, llevando a la joven Lavinia para impedir las bodas que ordena el rey. Enojado, el soberano se encierra en sus habitaciones. Entonces el pretendiente desdeñado Turno reúne un gran contingente de amigos guerreros para enfrentar a Eneas y su ejército.
La diosa Hera, ahora llamada Juno por los romanos, odia a los troyanos desde que perdiera aquel ya tan pretérito concurso de belleza ante Paris Alejandro, por lo que ayuda a Turno. Al troyano, por su parte, le ayuda su madre Afrodita, también llamada Venus, quien le regala una hermosa armadura realizada nada menos que por el dios Vulcano. En los dibujos del escudo están representadas todas las historias y leyendas de la consolidación del Imperio Romano.Los combates entre Turno y Eneas son largos y terribles, pero en el Olimpo Júpiter, que así llamaban a Zeus los romanos, le exige a su esposa que deje de auxiliar a Turno, pues el vencedor debe ser Eneas. Juno acepta, pero pone como condición que, aunque ambas razas se fundan, los descendientes sean llamados latinos, y que en Roma se levantará una gran ciudad, cuna de un Imperio sin paralelo en la historia.Turno y Eneas se enfrentan en singular combate, y el héroe troyano resulta vencedor. Ante la derrota, Turno reconoce su fracaso y accede a que su enemigo despose a Lavinia.
Y seguramente que el poeta Virgilio nos hubiera brindado un maravilloso recuento de las bodas del héroe, de no ser porque aunque ya llevaba once años de trabajo, el autor murió sin terminar de escribir esta obra. Es más, pidió que el manuscrito fuera quemado. Afortunadamente el emperador Julio César Augusto no lo quemó, sino que, reconociendo una obra inmortal, lo mandó copiar y publicar como un tesoro para las siguientes generaciones.
Con este relato termina el ciclo de narraciones que son parte fundamental de la literatura occidental, y que ha inspirado a artistas y escritores de todos los tiempos para realizar obras inmortales

Decadencia de Atenas

LA EPIDEMIA DE ATENAS*
por Carlos Bautista Rojas
La primera epidemia documentada ocurrió en la Atenas de Pericles, luego de que, en 431 a.C., los atenienses se embarcaron en una guerra fratricida contra Esparta, que se prolongó durante más de un cuarto de siglo y que ensombreció el esplendor del imperio ateniense -entre cuyas aportaciones culturales están el régimen democrático, la arquitectura de la acrópolis, las obras de Sófocles y Eurípides y la filosofía de Sócrates.
Pericles sabía que era imposible vencer a los espartanos en tierra, pero también que la flota ateniense era invencible. Por ello, decidió que, durante los combates, los campesinos se refugiaran en la ciudad, que estaba rodeada por una muralla de 6.5 kilómetros de largo y 165 metros de ancho: un corredor defensivo que comunicaba Atenas con el puerto de Pireo. De acuerdo con el plan de combate, mientras los ejércitos espartanos ocuparan la despoblada región del Ática, la flota ateniense arrasaría las costas del Peloponeso.Los campesinos que se alojaron en Atenas atestaron las casas de amigos y familiares, y los que no encontraron albergue construyeron barracas a campo raso. Así se prepararon para resistir el tiempo que durara la invasión ateniense.
Mientras tanto, los espartanos --encabezados por el rey Arquidamo­ y sus aliados comenzaron a devastar los alrededores de Atenas. Pericles partió hacia la ciudad de Epidauro, aliada de Esparta en la costa del Peloponeso, mas no contaba con que, unos días después de la llegada de los espartanos al Ática, una epidemia -que, según suponen los investigadores, provino de Etiopía y había pasado por Egipto, Libia y Persia­ arremetería contra Atenas con una rapidez nunca antes vista en la ciudad, ahora sobrepoblada por el cerco militar.
¿CASTIGO DE LOS DIOSES?
En una crónica que durante siglos se consideró un modelo de informe médico, Tucídides (460-395 a.C.) describió a detalle los síntomas de la enfermedad: «Muchas personas comenzaron a sentir que la cabeza les ardía, que sus ojos se inflamaban, que la garganta y la lengua les sangraban; su aliento se volvía desagradable; sufrían estornudos y ronquera; un dolor les atacaba el pecho y sufrían de tos. Después, sentían aquejado el estómago y vomitaban toda clase de humores que hayan recibido nombre en la profesión médica[ ... ] Casi todos los enfermos tenían accesos de náusea sin vómito, que les producían violentos espasmos [... ] la piel se ponía rojiza y amoratada, y crecían pequeñas pústulasy úlceras» 1
Según Tucídides, los contagiados morían por la enfermedad al séptimo u octavo día o, pasado ese tiempo, a consecuencia de la debilidad causada por «ulceraciones violentas y por una diarrea incontenible». Quienes sobrevivieron a la epidemia quedaron inmunes, pero no libres de secuelas: la peste afectaba a los órganos genitales; muchos perdieron sensibilidad y movilidad en los dedos de las manos y los pies; algunos quedaron ciegos, y otros sufrieron amnesia temporal. Los de complexión fuerte no estaban en mejores condiciones de soportar la enfermedad, pues exterminaba a todos por igual, incluso a los que eran atendidos y alimentados con el mayor cuidado. Lo que a unos beneficiaba, a otros perjudicaba: no había tratamiento eficaz contra esa peste.Con los ejércitos enemigos fuera de la muralla y la epidemia por dentro, Atenas se convirtió en un infierno en el que los más afectados fueron los campesinos que acampaban enlas calles, pues con el calor del verano y la falta de higiene, eran los primeros en morir.
Después de su incursión por el Peloponeso, y sin haber logrado tomar Epidauro, Pericles regresó a su patria y encontró Atenas azotada por la peste.El temor al contagio hizo que los espartanos suspendieran su ofensiva en el 429 a.C. Pero, cuando la epidemia parecía haber aminorado un poco, decidieron regresar; fue un respiro demasiado breve, pues la peste volvió a brotar en el invierno del 427 a.C y duró otro año, hasta que finalmente desapareció. Según Tucídides, murieron 4400 hoplitas -soldados de infantería- de los 15500 que había en el ejército ateniense, y de los mil soldados de caballería murieron 300.
LA DEBACLE DE ATENAS
La peste tuvo un desquiciante efecto en la sociedad ateniense. Al principio, corrió el rumor de que los espartanos habían envenenado los depósitos de agua del Pireo, pero como el número de muertos fue mayor en Atenas -supuestamente aislada del enemigo por la muralla-, pronto descartaron esa idea. Al no encontrar causas humanas, se culpó a los dioses y esta idea coincidió con una antigua profecía que advertía que una guerra con el Peloponeso desencadenaría una peste.
Para los atenienses, la idea de una intervención divina explicaba por qué los espartanos habían escapado casi indemnes a la peste; pero cuando la epidemia se encontraba en su peor momento, fue obvio que atribuirla a los dioses tampoco les ayudó a librarse de ella. Ante los cadáveres amontonados dentro de la ciudad sitiada, la desesperación se apoderó de la ciudad y sus habitantes se volvieron indiferentes a las reglas de la ley y la religión. Las ceremonias fúnebres fueron pasadas por alto y, en un estado de caos sin precedente, la norma de vida pronto se convirtió en la búsqueda del placer y el desenfreno.
Frustrados y desmoralizados, los atenienses se volvieron contra la autoridad de Pericles e incluso intentaron pactar la paz sin su consentimiento. Esto fue el principio del fin de Atenas; la otrora gloriosa ciudad entró en un periodo de corrupción y mal gobierno, a tal grado que terminó siendo derrotada por los espartanos en el 404 a.C.
1Tucídides, Historia de la guerra del Peloponeso, Madrid: Alianza editorial, 1989.

*Fuente : Revista Algarabía número 58, año VIII